- Mexicana,
a tres años de haber dejado de volar
Juan A.
José
T21mx,
03 de septiembre de 2013
No lo
voy a negar, soy un romántico de la aviación y, por ende, soy uno de esos que
extrañan ver en los aeropuertos las libreas de una CP Air, una Varig, una TWA,
una Eastern y claro está, las de una Pan Am, cuyo cese de operaciones en 1991
me dejó claro que marcaba el inicio de una nueva era en materia de
aerotransporte, en la que ninguna aerolínea, por importante, prestigiada o
histórica que sea, está exenta de dejar de operar y hasta desaparecer por
completo.
Escribo
esta nota el 28 de agosto del 2013, día en que se cumplen tres años desde que
un Airbus A319 aterrizó en el aeropuerto de la Ciudad de México procedente de
Toronto, Canadá, convirtiéndose en el último vuelo que por lo menos hasta hoy
ha operado la compañía Mexicana de Aviación, un icono del aerotransporte que le
dio enorme prestigio internacional a la aviación mexicana, generó miles de
empleos de calidad y sirvió como pocas aerolíneas a los mejores intereses del
turismo, el comercio, la integración y el desarrollo nacional, convirtiéndose
además en la mejor escuela que haya tenido nuestra aviación.
Me unen
lazos profesionales y personales con Mexicana de Aviación. Pocas actividades
profesionales me han dado tanto orgullo como portar unos años su uniforme. Creo
que no soy el único en haberse enamorado de esa la Mexicana de Don Manuel Sosa
de la Vega (su legendario director general por más de 20 años entre las décadas
de los 60 y los 90), ni el único que la extraña y menos el único que considera
que con su salida del mercado la aviación comercial nacional está perdiendo uno
de sus activos más valiosos y está desperdiciando algunos de los más grandes
talentos de la industria.
Independientemente
de las razones y aceptando la contundente realidad de que el mercado no
necesita necesariamente la capacidad que ofrecía Mexicana en sus rutas
nacionales e internacionales, lo cierto es que su cese de operaciones debe
verse como una de las mayores tragedias de la historia de la aviación
latinoamericana. El daño se percibe en particular cuando se constata la manera
en la que las aerolíneas mexicanas “modernas” tratan a sus pasajeros y clientes
de carga. Muy lejanos me parecen los tiempos en los que la rentabilidad, si
bien tan importante como debe ser vista, no era la norma, sino la calidad del
servicio, la cual fundamentaba en buena medida a la rentabilidad al permitirle
a las aerolíneas hacerse de una clientela leal, aspiración que en mi opinión
debería tener toda empresa comercial. Una clientela repetitiva que disfrutaba
en este caso de volar en Mexicana porque era atendida —y me consta—, por
personal entusiasta, competente, capacitado, adecuadamente remunerado y
voluntariamente entregado a su trabajo, en mi opinión requisito para el éxito
de cualquier empresa y más para una prestadora de servicios, pero algo que ya
no veo en la mayoría de las aerolíneas mexicanas en las que simplemente no
percibo satisfacción laboral.
La
lección que nos dejan los Pan Am, los Varig y los Eastern es clara y, por qué
no decirlo, cruel y tan injusta como es lo que han vivido desde hace tres años
los trabajadores de Mexicana de Aviación, una gran aerolínea que me temo cada
día se acerca más a quedarse como está en los libros de historia que a regresar
a los mercados. Deseo estar equivocado.
- Giran
orden de aprehensión contra ex director de Mexicana. Con Óscar M Beteta
Grupo
Formula, 03 de septiembre de 2013
El
tercer tribunal unitario penal giró una orden de aprehensión contra el ex
director general de Mexicana de Aviación, Manuel Borja.
Al
empresario se le acusa de defraudación fiscal, por un monto de 55 millones de
pesos.
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