- Rastrea el SAT manejo financiero y fiscal del
potencial inversionista de Mexicana
Alfredo Méndez
La Jornada, 07 de noviembre de 2012
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) revisa
de manera minuciosa las cuentas de inversión y los movimientos financieros
efectuados por Iván de Jesús Álex Barona Ramírez, el inversionista potencial
para el rescate de Mexicana de Aviación, ante posible evasión fiscal y/o
simulación de actos jurídicos en que pudiera haber incurrido para afirmar que
cuenta con los 300 millones de dólares que se requieren para el concurso
mercantil de la aerolínea, revelaron fuentes gubernamentales y judiciales.
Funcionarios del SAT iniciaron el rastreo de los
manejos financieros y fiscales del hombre que pretende salvar de la quiebra a
Mexicana, en respuesta a diversas denuncias entregadas a la Secretaría de
Hacienda, las cuales indican que en varios de los negocios en los que ha
participado, Barona ha incurrido en presunta evasión fiscal, tráfico de
influencias e intentos de fraude.
Una de las denuncias que recibió el SAT, acompañadas
por documentos certificados por notario público, refieren que Barona Ramírez
intenta acreditar ante el Poder Judicial federal que cuenta con liquidez
superior a 250 millones de dólares, mediante diversas cuentas de inversión
realizadas en Nacional Financiera (Nafinsa).
Esas cuentas en Nafinsa estarían a nombre de un
empresario identificado como Alfredo Ferrer Pérez y del abogado Adolfo José
Patiño Chávez, de quienes Barona supuestamente es apoderado legal.
Las fuentes que revelaron a La Jornada la existencia
de las pesquisas del SAT contra Barona también entregaron a este diario copia
simple de algunos de los documentos financieros que el mes pasado Barona
entregó a la juez federal Edith Alarcón, rectora del concurso mercantil de
Mexicana.
Según explicaron los informantes, el potencial
inversionista de Mexicana exhibió al juzgado una letra de cambio internacional,
además de certificados emitidos por Nafinsa, a nombre de Alfredo Ferrer y de
Patiño Chávez.
Barona agregó a esos documentos financieros copia
certificada de la escritura pública 632, firmada por Marcelino Fernández
Urquiza, notario público dos de la novena demarcación, en la que Patiño
concedió a Barona un poder general para ser apoderado legal de él y de Ferrer
Pérez.
Uno de los documentos con que cuenta este diario es
una notificación fechada el 8 de julio de 2009, elaborada por Herminio Morales
López, notario público número uno con sede en Puente de Ixtla, Morelos, en la
que se informa a Barona que fue revocado del poder general con que representaba
a Ferrer y a Patiño.
“Le notifico que, con esta fecha, compareció ante mí
el señor Adolfo José Patiño Chávez, a revocar y dejar sin efecto alguno, el
poder general limitado irrevocable que le había otorgado mediante escritura
número 632, con fecha 2 de marzo de 2009, ante la fe del licenciado Marcelino
Fernández Urquiza, titular de la notaría dos de la novena demarcación; dicha
revocación consta en la escritura pública número 11,581; lo que hago de su
conocimiento para todos los efectos legales a que haya lugar.”
Desde la semana pasada, Barona denunció ante la juez
Alarcón que es “víctima de acoso fiscal y moral” por las autoridades del SAT,
pues, expuso, el gobierno federal “se opone” a que se concrete el rescate de la
aerolínea.
- Corporativo
Rogelio Varela
El Financiero, 07 de noviembre de 2012
Mexicana se queda sin liquidez
A poco más de dos años de dejar de volar, Mexicana de
Aviación ha evaporado su tesorería.
No se necesita ser ningún estratega mago en el ámbito
financiero para saber que una empresa cuando cae en suspensión de pagos o busca
forzar alguna reestructura a su deuda, debe garantizar una caja lo
suficientemente grande para sentarse a negociar.
En el caso de Mexicana de Aviación la mala noticia es
que luego de 26 meses de buscar llevar a buen puerto un concurso mercantil se
ha terminado su liquidez.
El foco rojo se encendió hace unas semanas, cuando la
alicaída aerolínea dejó de cubrir los salarios de los mil 200 trabajadores de
sus centros de mantenimiento de aviones ubicados en los aeropuertos de la
ciudad de México y Guadalajara, conocidos en el sector como MRO, y que, dicho
sea de paso, han dotado de algunos flujos a la aerolínea. En pocas palabras, la
caja ya no aguantó más.
Se estima que cuando Gerardo Badín tomó las riendas de
la administración de Mexicana de Aviación, luego de los buenos oficios del juez
Felipe Consuelo Soto, la empresa recuperó algunas cuentas por cobrar que
permitieron tener recursos en tesorería por unos 360 millones de pesos.
La mala noticia es que aun sin volar mantener la
operación mínima de la aerolínea significa erogar 13 millones de pesos sólo por
pago de nóminas.
Añada otros compromisos como el pago de tres millones
de pesos a HP México por el outsourcing de sistemas, compra de refacciones para
las bases de mantenimiento, y otros gastos menores como el pago de teléfono.
Ante tal coyuntura, ahora sí se puede decir que el
tiempo se agota para Mexicana de Aviación. a pesar de que la nueva juez del
proceso concursal, Edith Alarcón, dio un plazo de 45 días hábiles a Iván Barona
para que pueda capitalizar a la empresa.
Hablamos de que esa fecha límite se cumple a mediados
de enero próximo, por lo que se ve un término muy lejano para una empresa que
ha agotado su liquidez, y cuando crece el descontento entre un grupo de
trabajadores que había salvado el pago de salarios mientras se negociaba un
rescate para la aerolínea que lamentablemente no llega.
Otro aspecto que preocupa es que muchos de los activos
de la aerolínea se deprecian a pasos acelerados, algo que se veía venir ante la
tardanza de Badín y su equipo para encontrar un comprador serio para Mexicana
de Aviación.
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